El duelo: ¿Por qué duele tanto perder a alguien querido?

Todos los que hemos perdido a un ser querido sabemos del profundo dolor que se siente. Lo irremediable, final e irreversible de la muerte de un ser querido nos llena de una profunda tristeza y desesperanza. El duelo por el ser querido puede ser devastador.

La palabra DUELO proviene del griego dolus que significa dolor. Podemos definir DUELO como los sentimientos y las emociones que tenemos ante una pérdida, como la muerte de un ser querido. Otros tipos de pérdida también pueden iniciar un duelo. Por ejemplo, el fin de una relación por divorcio o el fin de una amistad. El perder habilidades o capacidades como la movilidad, el habla, la vista, ya sea por enfermedades o por accidentes. Asimismo, quedarse sin trabajo y el emigrar a otra ciudad o país, alejándose de familiares y amigos, son otras causas de duelo. Con fines prácticos, me referiré en adelante a la muerte de un ser querido, pero se puede extrapolar a otros tipos de pérdidas.

hay otras causas de duelo aparte de la muerte de un ser querido.

El fin de una relación, perder habilidades o capacidades corporales, emigrar a otra ciudad o país y el perder el trabajo son otras causas de duelo.

Mary-Frances O’Connor, psicóloga clínica, neurocientífica y autora del libro “El cerebro en duelo”, diferencia el “duelo” del “proceso de duelo“. Ella llama Duelo a esa ola de emociones que nos revuelca poniendo nuestro mundo de cabeza. Especialmente durante el duelo agudo (cuando recién hemos perdido al ser querido) y esa “ola” parece más un tsunami por su intensidad y su presencia casi constante. Esto no nos permite funcionar con normalidad. Poco a poco, estas olas de emociones se irán espaciando, reapareciendo al inicio sin provocación y después solo con ciertos recuerdos, en fechas importantes, o al hablar de esa persona.

¿Cómo se manifiesta el duelo?

Los síntomas del duelo

Durante el duelo podemos sentir miedo, pánico, ansiedad, tristeza, depresión, anhelo (ese deseo intenso de volver a estar con nuestro ser querido), vergüenza, culpa, cólera y hostilidad.

Además, se presentan cambios en la memoria, dificultad para concentrarse y confusión. A esto se le llama Niebla mental y es muy frecuente en el duelo agudo. También se presenta la ruminación (pensamientos repetidos y constantes sobre la muerte del ser querido, sobre cómo nos sentimos, y frecuentes dudas como “y si hubiera hecho esto”, “si no hubiera hecho aquello”). La persona doliente puede aislarse socialmente, ya que a veces la presencia de amigos o familiares hacen más notoria la ausencia del ser querido. También puede presentarse cansancio, trastorno del sueño y alucinaciones.

¿Alucinaciones?

Sí. Llamadas Alucinaciones del Duelo, ocurren sobretodo durante el duelo agudo, y no son infrecuentes. Generalmente, tienen un efecto positivo y reconfortante para el deudo que lo experimenta, pues lo siente como una conexión con el ser querido. Ocurren en 30 a 60% de los casos de pérdida por fallecimiento, sin importar si el deudo es religioso o no. Pero este porcentaje podría ser mayor ya que muchas personas no lo reportan por miedo a que no se les crea, a ser estigmatizados, ridiculizados o considerados enfermos mentales. De un 5 a un 30% de las personas que tienen estas alucinaciones se sienten incómodas por ellas. Especialmente si tienen condiciones subyacentes o asuntos sin terminar con el fallecido.

Del 30 al 60% de deudos pueden escuchar, ver o sentir la presencia del fallecido.

las alucinaciones del duelo son muy frecuentes en el duelo agudo. En la foto, una mujer siente la presencia y puede ver a su ser querido fallecido.

Es importante la aceptación sociocultural. Mientras que hay personas que pueden considerar patológico el tener este tipo de alucinaciones, hay sociedades que no solo las aceptan como razonables, sino que hasta las esperan. Durante la celebración del Día de los Muertos, en familias mexico-americanas, los familiares que han perdido a un niño, preparan la comida favorita del niño, visten muñecos con su ropa y llevan un tipo especial de flores que tradicionalmente se cree que atrae al espíritu de los fallecidos (cempasuchil). Por ello, varios investigadores sugieren no llamarlas alucinaciones, sino “Experimentar o sentir la presencia del difunto”.

¿Y cómo son estas experiencias?

  • Del 39 al 52% sienten la presencia del fallecido.
  • Del 13 al 30% escuchan su voz.
  • Del 14 al 26% ven al fallecido.
  • También se reportan diferentes tipos de percepción a la vez, (escuchar, ver, sentir el tacto, oler y sentir su presencia).

El corazón roto

Durante el duelo, también se presentan cambios en las funciones corporales como la función cardiovascular. Se ha encontrado que viudos mayores de 60 años tienen doble riesgo de padecer un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular durante los primeros 30 días después de la muerte de su pareja, comparados con aquellos de la misma edad que no han enviudado. Según la Asociación Americana del Corazón, el riesgo de un ataque cardíaco es mayor en las primeras 24 horas del fallecimiento del ser querido y en aquellos con problemas cardiovasculares previos.

¿Qué pasa en el cerebro durante el duelo?

El mapa neural

Cuando establecemos una relación con alguien, nuestro cerebro guarda información sobre esa persona en tres dimensiones: tiempo, espacio y cercanía del vínculo. Las relaciones o vínculos más importantes se codifican en nuestro cerebro en forma permanente y profunda.

Nuestro cerebro construye un mapa neural donde está esa persona que consideramos importante. El mapa neural no es otra cosa que las conexiones entre neuronas, que guardan la información sobre esa persona, sobre nuestra relación y sobre nuestra vida juntos. Una relación importante de larga duración habrá generado un mapa neural bastante extenso.

El vínculo con un ser amado es codificado en diferentes partes del cerebro, hasta en los centros de “recompensa”. Por ello nos da placer y alegría cuando nos encontramos con ese ser querido.

La codificación (o sea guardar información) se da durante momentos de intenso y profundo amor. Por ejemplo durante la lactancia en la relación madre-hijo o en la intimidad en una relación de pareja. Se crea un vínculo permanente que nos hace sentir que siempre estaremos juntos. Es así que aunque nos separemos por horas o días, sabemos que nos volveremos a reunir. Esto hace que la separación sea llevadera y no entremos en pánico.

Un par de ejemplos:

El niño que va al colegio tiene la seguridad que a la salida, su mamá lo estará esperando. O el hombre que sale del trabajo la tarde del viernes, va a casa donde sabe que encontrará a su pareja lista para salir a cenar porque es lo que disfrutan hacer cada viernes.

Mapa actualizado

Cuando un ser querido muere, se tendrá que actualizar ese mapa neural. Este mapa nuevo tendrá que considerar la nueva realidad: la ausencia del ser querido.

El niño a la salida del colegio, por un momento, esperará encontrar a su mamá. Pero la nueva realidad es diferente: su mamá murió y en su lugar encuentra a su padre. El hombre que sale del trabajo el viernes por la tarde y camino a casa se pregunta a qué restaurante irán esa noche, pero recuerda que su pareja ya no está. Ese viernes por la noche se quedará en casa.

Ese contraste entre la predicción que hace el cerebro (basado en el hábito, la experiencia, o sea en el “viejo” mapa neural) y la nueva realidad, puede llegar a ser muy dolorosa, especialmente al inicio del duelo. En esos momentos, el dolor y el anhelo pueden ser intensos.

Durante el proceso de duelo, el cerebro va creando un nuevo mapa neural, para que podamos funcionar con la nueva realidad.

A veces, el cerebro prefiere interpretar nuestras percepciones favoreciendo al hábito y la “predicción” en lugar de la “realidad”. El cerebro usa ese mapa neural antiguo y desactualizado. Es así que de lejos podemos ver a ese ser querido que murió, o entre las sombras nos parece ver su figura. O entre el bullicio podemos escuchar su voz.

Las nuevas experiencias que vamos viviendo en ausencia del ser querido, serán codificadas y se formarán nuevas conexiones entre neuronas. Las conexiones antiguas se irán debilitando y las nuevas conexiones se irán fortaleciendo. A esto se le llama Neuroplasticidad. Es así como el cerebro forma un nuevo mapa neural, actualizado. Mientras nos sentimos muy mal por nuestra pérdida, nuestro cerebro va creando un nuevo mapa neural para devolvernos a una “nueva normalidad”.

¿Cuánto tiempo dura el duelo?

La duración del duelo varía de persona a persona. Incluso, una persona puede tener dos duelos muy diferentes ante dos diferentes pérdidas. No hay reglas ni fases por las que se deba pasar durante el duelo. El duelo durará el tiempo que sea necesario para la persona que lo atraviesa. Nadie se debe sentir obligado a “pasar la página”.

Factores que influyen en la intensidad del duelo

  • Personalidad, edad, salud, cultura y religiosidad del deudo.
  • El vínculo que existía entre el fallecido y el deudo.
  • Si cuenta con recursos económicos.
  • Si tiene apoyo familiar o social.
  • Si fue una muerte por enfermedad crónica o fue repentina.
  • Si fue una muerte por enfermedad, accidente, víctima de un crimen o de suicidio.
  • El número de pérdidas.

¿Qué es el duelo complicado?

El Duelo Complicado, también se conoce como Desorden de Duelo Prolongado. Se presenta en menos del 10% de personas que atraviesan un proceso de duelo.

Estas personas siguen teniendo los síntomas del duelo agudo (olas de emoción intensa) después de 6-12 meses de la muerte de su ser querido. Son de tal intensidad que aún no les permite reiniciar su vida normal. No desean disfrutar de la vida pues lo sienten como una traición. Y el dolor intenso lo consideran la única conexión que les queda con el ser querido.

A veces, las olas de emociones y sentimientos del duelo son de tal intensidad, que el deudo evita a toda costa cualquier actividad o memoria que le recuerde a la persona fallecida. Otras veces, se involucran solamente en actividades relacionadas a la persona fallecida. Ambos casos interfieren con la normal progresión del duelo.

Se sienten tan poco entendidos que se alejan incluso de personas con las que fueron cercanos. Es necesario una intervención. Usualmente psicoterapia y medicación antidepresiva.

¿Quién puede tener duelo complicado?

  • Personas con revio problema de salud mental.
  • Personas con problemas de salud general.
  • Personas que tienen poco soporte social.
  • Personas aisladas.
  • Personas que han tenido pérdidas o eventos adversos previos.

¿Cómo apoyar a una persona en duelo?

La persona doliente debe pasar por el proceso de aceptación de que alguien querido ya no está y enfrentar la realidad de la muerte. Podemos consolar y animar al deudo. Acompañarlo en los momentos de dolor y escucharlo. Hacerle sentir que lo queremos y dejarle saber que imaginamos un futuro para él. El duelo es un proceso que dura semanas, meses o años.

Otras recomendaciones: el deudo puede llevar un diario donde escribir sus sentimientos; la meditación y la consejería.

Perder a alguien que amamos es como perder parte de nosotros mismos, pues su presencia está codificada en diferentes partes de nuestro cerebro.

La relación con el ser querido fallecido continúa

Mientras que para muchas culturas la muerte significa el fin de una relación, en otras la relación con el ser querido continúa, pero ahora será diferente. Muchas veces soñamos con la persona fallecida y en muchos casos esto es reconfortante. Hay quienes hablan con ella, aunque no la vean. Muchos deudos sienten su protección y hasta su presencia.

Muchos sienten que mantienen el contacto a través de su ropa u otros objetos, especialmente si fueron favoritos del ser querido. Se pueden guardar sus escritos, cartas, notas, fotos y videos.

Se puede contar episodios de la vida juntos o anécdotas a otros familiares. Hay quienes deciden escribir sobre la vida juntos.

Aunque algunos lo evitan porque les recuerda al ser querido, continuar con los intereses que compartían juntos puede ser una buena idea. Ayuda a crear nuevas experiencias. Hay quienes continúan su legado, como trabajos de investigación, libros no terminados, o algún otro proyecto que fuera importante y que no pudo terminar. Otros, hacen donaciones a entidades benéficas, en nombre del fallecido.

O’Connor señala que experimentar nuevas experiencias en el presente ayuda a calmar el dolor y podemos incluir a nuestro ser querido. Por ejemplo, visitar la tumba del ser querido y llevarle flores, escogiendo tal vez sus flores favoritas o del color que prefería. Mirar las flores y sentir su perfume, rociarlas con agua, son actividades en el presente y también estamos incluyendo a nuestro ser amado. Colocar velas ante su imagen, sintiendo el encendedor, oliendo el humo, viendo la llama. Asistir a ceremonias religiosas en su nombre, como misas o memoriales.

¿Cuáles son las fases del duelo?

En 1969, Elizabeth Kübler-Ross, psiquiatra de origen suizo, publicó un libro titulado “Sobre la muerte y el morir”, donde relata sus hallazgos después de entrevistar a pacientes con enfermedades terminales. Ella se da cuenta que a las personas no les gusta hablar de la muerte. No se habla de la muerte ni entre familiares ni entre el paciente y su médico. Cuando entrevista a estos pacientes con enfermedades incurables, encuentra que hay varias etapas que estos pacientes describen desde el momento que les informan de su diagnóstico.

  • Negación: Debe tratarse de un error. Yo me siento bien.
  • Cólera: ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo?
  • Negociación: Tomaré mis pastillas, comeré saludable y me curaré.
  • Depresión: No puedo más… esto no tiene sentido.
  • Aceptación: Terminaré algunas cosas pendientes. Tengo tiempo que debo aprovechar.

Estas “Cinco fases del duelo” se han vuelto tan populares, que muchas veces se recomienda a los deudos como “la forma correcta de hacer el duelo”. Lo cierto es que no todos pasan por todas aquellas fases, ni en ese orden. Un duelo de corto tiempo puede no generar la aceptación aún y el deudo puede sentir que no es “normal”.

En la foto: una mano de mujer joven tiene cogida la mano de un adulto mayor. Hablar de la muerte con enfermos terminales les ayuda a morir en paz y a los deudos a sobrellevar mejor el duelo.

Hablar sobre la muerte disminuye el miedo a morir y ayuda a los deudos a sobrellevar el dolor del duelo.

Kübler Ross sugiere ver a la muerte como una etapa más de la vida. Y señala que ante una enfermedad incurable, en fase terminal, el hablar sobre la muerte ayuda al paciente a morir en paz y a los deudos a sobrellevar mejor su duelo.

Modelo del Proceso Dual

Posteriormente, investigadores han descrito otros “modelos” que describen mejor el proceso del duelo. Uno de ellos es el descrito por Margaret Stroebe: el Proceso dual del duelo. Dentro de las actividades del día a día la persona que ha perdido a un ser querido, se va a enfrentar a dos grupos de factores estresantes:

-Factores asociados al duelo Duelo, trabajo de duelo, terminar/continuar la relación.

-Factores asociados a la restauración de su vida: hacer nuevas cosas, atender a los cambios en su vida, nuevos roles/identidad/relaciones.

El deudo pasa de un grupo estresor al otro durante el día, pero habrá momentos en los que solo se dedique a las actividades del día a día, lo que le dará un descanso a su mente y cuerpo.

Conforme pase el tiempo, el deudo se ocupará más y más con las actividades del día a día. Los factores estresantes estarán allí, pero causarán respuestas emocionales cada vez menos intensas.

Fuentes

O’Connor, Mary-Frances. El cerebro en duelo.

Kübler-Ross, Elisabeth. Sobre la muerte y el morir.

Percibiendo a los que se han ido. Interesante artículo de revisión por Saucedo, Evans y Hayes.

La ciencia de las alucinaciones del duelo. (artículo del Athens Science Observer. Mayo, 2021)

Alucinaciones de la viudez. BMJ, 1971

Alucinaciones del duelo. Psychology Today, nov. 2023

Sentir la presencia del fallecido. Cruse, Ayuda en el duelo. Febrero de 2023. Muchos testimonios.

Aumento del riesgo de ataque cardíaco durante el duelo. JAMA, 2014

Cómo el cerebro se cura durante el duelo. (Artículo de la Fundación americana del cerebro. Setiembre, 2021)

Lo que hace el duelo al cerebro. Artículo del Washington Post, Marzo,8,2024.

Cómo el duelo reajusta el cerebro. American Heart Association. Set 2021

Revisión para psiquiatras sobre el duelo. Artículo del World Psychiatry, 2009.

Cómo el cerebro crea un nuevo mapa neural. Psychology Today. Nov 2023

Modelo dual del duelo. Seminario de cuidados paliativos.


Discover more from NO ES MUY COMPLICADO

Subscribe to get the latest posts sent to your email.